¿Es buen momento para comprar bolsa? La respuesta no la tiene tu cuñado (a no ser que sea asesor financiero)

Este año, la subida de las bolsas es, en algunos casos, histórica. Sin embargo, este dato por sí solo no debería destacarse como una oportunidad, por más que el S&P haya aumentado un 16% o el NASDAQ, un impresionante 37%. Entonces, ¿qué factores debemos considerar además, antes de tomar una decisión de inversión en renta variable?

Esto es lo que te respondería un experto en inversiones

Primero.– Comencemos con un ejercicio sencillo para determinar la rentabilidad esperada de las acciones, tomando en cuenta la TIR esperada actual, junto con los beneficios empresariales proyectados para los próximos 12 meses. En este momento, la rentabilidad esperada del MSCI USA es del 4,91% (según datos del 31/07/23). Si comparamos este dato con la TIR del bono americano a 10 años –que actualmente se sitúa en el 3,88% anual, manteniendo hasta vencimiento–, podemos concluir rápidamente que comprar bolsa en EE.UU. ofrece aproximadamente 1 punto porcentual más de rentabilidad que la compra de un bonos a 10 años del tesoro estadounidense. Aunque no hemos considerado aún el riesgo de invertir en uno o en otro activo, podemos anticipar ya que la diferencia es relativamente pequeña y, por tanto, no cambia significativamente el argumento a favor de la renta variable.

Segundo.– ¿Cuál es mi perfil inversor y cómo afecta a la decisión de optar por un tipo u otro de inversión? Esto depende a su vez de varios factores:

  • Horizonte temporal de inversión: Cuanto más corto sea el plazo, menos riesgos deberíamos asumir.
  • Situación financiera: Aquí las restricciones dependerán de lo holgada que sea.
  • Tolerancia o aversión al riesgo: Este aspecto es subjetivo y, por tanto, más difícil de cuantificar, y depende considerablemente de nuestros conocimientos financieros y experiencia previos. Podría ocurrir que, llevados al extremo, y aún teniendo buenos conocimientos y amplia experiencia en inversiones, si necesitamos el dinero dentro de un año, nuestra tolerancia al riesgo se vea limitada. Esta restricción temporal convertirá nuestro perfil en conservador necesariamente, independientemente de nuestra holgura financiera.

Correcciones a las respuestas de “cuñados”

El martes 15 de agosto, festivo nacional, un cliente me preguntaba por Whatsapp si podía hacerme una llamada rápida para discutir y resolver un par de cuestiones. A pesar de estar ocupado cocinando, mi respuesta fue un claro “dale”. Una de las preguntas que planteó y que aquí concierne fue: “Un pariente cercano ha ganado mucho en bolsa y se ha comprado una casa. ¿Cómo es esto posible? ¿Puedo hacerlo yo también?”. Resumo aquí mi respuesta sin conocer los detalles de la inversión de su pariente.

Primero.– A largo plazo y en una inversión eficiente en bolsa, considerando un riesgo ajustado, podríamos estimar una rentabilidad esperada del 10%. Esto asumiendo que el pariente de mi cliente comprase acciones con múltiplos muy atractivos después de una fuerte corrección del mercado. Bajo estas condiciones, podría haber duplicado su inversión en poco más de 7 años, sin tener en cuenta los impuestos. Esta proeza es creíble. Sin embargo, el pariente en cuestión logró duplicar la inversión en solo 2 años y esto plantea ciertas dudas:

–¿El pariente duplicó toda o solo una parte de su cartera (con uno o dos valores)? Si es la segunda opción, resulta creíble, pero necesitaríamos una visión completa de su cartera para entender la realidad de su inversión, dado que por los datos que aportó a mi cliente parece obvio que omitió la realidad completa de sus inversiones.

–¿Toda su cartera se reduce al puñado de valores que le hicieron ganar hasta el punto de duplicar la inversión? Esto nos debe llevar a cuestionar si el pariente de mi cliente había realizado una apuesta más que una inversión eficiente, ya que la rentabilidad de toda inversión es importante, pero tanto más lo es el riesgo asumido para lograr estos resultados. Lo que nos conduce a otra pregunta: ¿podría el pariente haber mantenido ese beneficio en el tiempo, aún considerando que su inversión es eficiente desde el punto de vista del riesgo asumido? Y es aquí donde entramos en el eterno debate de la gestión activa versus gestión pasiva, y donde la respuesta más probable es “NO”.

En cualquier caso, lo que le aconsejé a mi cliente es que hay que ser muy, pero que muy cauteloso, con las historias de éxito de los cuñados –efectivamente, el pariente resultó ser un “cuñado”–. Porque está absolutamente constatada y demostrada, la pulsión familiar por contar siempre lo positivo y omitir lo negativo, dando una visión parcial y, por tanto, incompleta del asunto. Y en el mundo de las inversiones, estas conversaciones sesgadas e influenciadas son muy comunes, con el riesgo que ello implica para la gestión de los ahorros de todo familiar honesto y crédulo.

Segundo.– Pese a que el cuñado parece tolerar bien los riesgos aparentemente, el “the end” de su historia de “éxito” es que se compra una casa en apenas 20 meses. Y con este final, remata o resuelve negativamente la posibilidad de reinvertir en bonos o en renta variable, al margen de la situación del mercado. Y éste, que duda cabe, debe de ser el principal mensaje de esta publicación.

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Mi nombre es Francisco Martínez y gestiono las carteras de mis clientes desde el 2001, una vez finalicé el Máster en Banca y Finanzas en la Escuela de Finanzas Aplicadas de AFI

Sobre el autor

Mi nombre es Francisco Martínez, aunque casi todos me llaman Paco. Gestiono las carteras de mis clientes desde 2001 desarrollando mi carrera profesional como asesor financiero para particulares y empresas.

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